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  • Foto del escritorAprender Saxofón

CÓMO EMPEZAR A TOCAR EL SAXOFÓN

Actualizado: 5 abr 2021



A los 16 años tuve una flauta travesera que nunca llegué a tocar. Pensé que me apasionaría después de escucharla interpretando la pieza de La Comarca de la banda sonora de El Señor de los Anillos.

Con 28 años, sin haber estudiado música después del colegio ni haber ido al conservatorio, decidí que quería tocar el saxofón y que era ahora o nunca. Me encontraba completamente perdido y decidí dar pasos sin saber muy bien si me equivocaba o adónde me llevarían. Después de unos meses, os escribo los consejos que me hubiese dado a mí mismo unos meses atrás:

0. Ten en cuenta


El saxofón puede ser instrumento algo ruidoso: sobre todo al principio cuando no controlamos bien la embocadura, la presión y el flujo de aire. Existen algunas formas para reducir ligeramente su sonido: tocar frente a un armario abierto lleno de ropa; algún tipo de sordina o tapón para introducir en la campana del saxofón (incluso una camiseta arrebujada); tocar suave cuando ya controlamos la embocadura lo suficiente; fundas para caras y aparatosas que envuelven el saxofón y en las que introducimos las manos para tocar…

Si dispones de un lugar aislado o solitario, no tendrás problema. Si este no es tu caso, mi consejo es que si no quieres escandalizar a vecinos y convivientes, acuerda con ellos un horario o, al principio, recibe clases en una escuela o en la casa/local de un profesor.


Tocar frente a un armario puede ser una solución a medias para ciertos ejercicios más ruidosos en casa. Puedes combinarlo con poner una camiseta en la campana del saxofón para amortiguar más el sonido... Pero nada de esto es una solución para todo ni a largo plazo. Especialmente al inicio. Lo importante es que progreses y puedas controlar el sonido para poder tocar más y menos fuerte y poder practicar con un poco más de libertad.

1. ¿Qué saxofón?


Verás que existen muchos registros. Mi experiencia se reduce al saxofón alto. Es muy común trabajar con él para comenzar y es maravilloso en sí mismo, aunque a mí personalmente también me encanta el tenor. Mi profesor me comentó que es muy interesante comenzar siempre por el alto hasta progresivamente ir adaptando la musculatura de la embocadura.


El saxofón alto es genial por su polivalencia en los registros, sus notas altas usadas adecuadamente, su tamaño y su peso.


2. Infórmate de las escuelas y maestros a tu alrededor

Para mí, lo mejor era disponer de un maestro de manera flexible para poder aprender lentamente sin gastar mucho dinero y dedicar tiempo en aprender por mí mismo.

Me informé de las escuelas privadas disponibles en mi localidad al sur de Madrid. Solo en una de ellas estaban dando clases de saxo en ese momento y me apunté a clases durante 30 minutos una vez a la semana los viernes justo después del medio día. ¿Es esto suficiente? Sigue leyendo.

Puedes intentar hacerlo completamente solo, aunque te lo desaconsejo completamente. Yo volvería a optar por lo que hice (puedes hacerlo con con más horas y clases si puedes permitírtelo, aunque no lo encuentro imprescindible) o, también, recurrir a un profesor particular. Por unos 17-20 euros a las semana (intenta suprimir o evitar alguna semana de tu periodización si te supone una dificultad) puedes comenzar a aprender salvando todas las dificultades de los inicios.

3. Primera clase gratis


Me parece esencial que puedas conocer la escuela, el profesor e incluso el instrumento de manos del maestro sin compromiso. Esto te servirá para tomar contacto y extraer tus primeras impresiones. En mi caso, fue amor a primera vista. También te servirá para desestimar un posible mal sitio en el que no estarás cómodo o satisfecho.


4. ¿De dónde saco un saxofón?


Sin saber nada de saxofón y sin haber visto ninguno de cerca en mi vida, me compré un saxofón alto de segunda mano que parecía en buen estado y de un comprador que consideré fiable. Un J. Michael AL 500 Por 175€. El saxofón resultó estar en buen estado y fue una ganga: venía con su estuche, correa, unas 15 cañas, grasa…

Mi consejo es que tienes tres opciones:


  1. Dejarte aconsejar por algún conocido que sepa del tema para saber qué debes comprar o recurrir a alguna tienda especializada en la que puedan asesorarte correctamente. En el caso de una escuela de música, también puedes usar tu primera clase de toma de contacto para hacer estar consulta e ir sin instrumento).

  2. Leer muchos artículos diferentes por internet, valorar qué modelos pueden servirte para iniciarte y comprarlos de primera mano.

  3. Lo mismo que la número (2) pero hacerlo con un saxofón de segunda mano estando atento a las ofertas que salen en páginas como Wallapop, VIBBO, Milanuncios… Al comprarlo de segunda mano, debes prestar atención a algunos detalles que comentaremos en otra ocasión.

Con todo, no te preocupes demasiado por el modelo: lo único que nos interesa es que sea de una buena construcción, esté en buen estado y nos prometa una larga vida (los arreglos son costosos). Un altísimo -pero altísimo- porcentaje de la sonoridad del instrumento estará en nuestra boca y en nuestra manera de tocar y no en el instrumento en sí.


Si decides apostar por un poco más de dinero en tu primer saxofón, lo cual casi siempre es también una muy buena inversión, estarás comprando más durabilidad a largo plazo y quizá, según el modelo, mayor precisión, afinación y redondez en el sonido.



5. No tengas miedo

Es frecuente que algunos estudiantes de saxofón tengan ciertos miedos al principio. Por ejemplo, después de tus primeras sesiones de saxofón notarás el labio inferior adormecido o anestesiado por la vibración de la caña. Te acostumbrarás y no te resultará un problema ni te hará daño. Aquí lo importante es que tengas paciencia y vayas progresivamente.


6. Sé constante


Mejorar el sonido, leer música con facilidad, interpretar, improvisar… Son una cuestión de tiempo y entrega. Para tu embcocadura y tu destreza, es importante que seas constante. Intenta sacar ratos a menudo. Yo iba a clase una vez por semana durante media hora. Ese pequeño rato me servía para tomar pautas y saber qué hacer el resto de la semana.


Llegaba a las 14:00 a casa, pues me ponía un rato corto para no molestar mucho y seguir progresando. Los pequeños ratos muertos pueden ser tu aliado y pueden convertirse en un tiempo increíblemente rentable. Al contrario de lo que pueda parecer, para mi ritmo de vida, el saxofón es un desahogo y un descanso.


7. Sé paciente y no pienses en que no podrás


Tanto yo como muchos antes que yo hemos pensado en ocasiones: “no estoy hecho para ello”, “no se me da bien llevar el ritmo”, “mi lengua no puede hacer eso”, “¿y si no es lo mío?”, “¿cuánto voy a tardar en tocar algo que realmente disfrute?”, “¿merece la pena?”, “no me va a salir”, “soy torpe”, “yo no puedo ser tan preciso”…

Lo único que puede hacer que no seas capaz, son precisamente esos pensamientos.

8. No tardes en lanzarte a por pequeñas piezas


Al principio, para quien no está familiarizado -como era mi caso- no es fácil empezar a leer música y tocar piezas. Mi primer consejo es que interiorices desde el minuto cero que lo vas a tener que hacer. Cuando conozcas y empieces a poder sostener el sonido de algunas notas, repasa los signos musicales que no recuerdas (algunos silencios, los calderones, los sostenidos, los bemoles…) y lánzate con las partituras más sencillas para ir tocando cada vez más cosas.

No pasa nada si algunas piezas se te quedan a medias o no puedes acceder a alguna parte. Te sorprenderás de la velocidad a la que evolucionarás si eres mínimamente constante.

9. Cuida tu espalda y tu postura


La elección del arnés, la correa... y tu postura al tocar son fundamentales. Puedes ensayar sentado (yo lo hago la mayoría de las veces) o de pie (en cuyo caso te recomiendo comprarte un atril decente).

Después de probar diferentes opciones, para mí sin ninguna duda, lo mejor para el día a día y lo que yo uso es un Jazzlab saXholder PRO. Trataré este tema más adelante.


10. Protege tus oídos

Al principio es bastante importante que te familiarices con el sonido, aunque pueda resultar algo estridente. Pero, dado que el saxofón y la música nos acompañarán mucho tiempo y tu audición es un tesoro, deberás proteger tus oídos sobre todo en ciertas partes de la práctica. En otra ocasión te contaré cómo suelo hacerlo.


11. Olvídate de lo material


Existe muchísima información y debate sobre cuál es la mejor boquilla, cómo mejorar el sonido de tus cañas, cómo hacer que duren más... Olvídate de todo lo material: te irás familiarizando y aprendiendo poco a poco. Al principio, lo importante es soplar, soplar y soplar y tocar notas.


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